Despues de nuestras extrañas experiencias en las tierras del nordeste llegamos a Sapa como quien llega a un oasis en medio del desierto. Aqui encontramos la esencia del Vietnam que esperábamos encontrar. Sapa ha sido un respiro para nuestro cuerpo y nuestra mente.
Ciudad norteña situada muy cerca de la frontera China es un pueblo rodeado por imponentes montañas. Muy cerca se encuentra la cumbre más alta del país, el Fansiphan con sus 3.143m. Cuando la niebla lo permite se pueden contemplar los impresionantes bancales de arroz que con tanto trabajo los campesinos han creado en las faldas de las montañas.
En esta región habitan muchas etnias minoritarias como son los Dzays y los H´mong (entre otras) con sus coloridos tocados y sus ropas teñidas de indigo.
Como dos ángeles de la guarda que nos salvaron de las entrañas del infierno, conocimos a Su y su hija Jiao. Eran de la etnia H´mong y pasamos dos dias con estas fantasticas mujeres disfrutando de su cocina, su hospitalidad y su agradable compañia.
Esta chiquilla H'mong promete.....
Pinata Vietnamita!!!
Nunca hay que dejar de desaprovechar las nuevas tecnologias para hacer el trabajo sucio.
El cultivo del arroz tiene dos grandes momentos: la siembra y la recogida. Tuvimos la suerte de ver uno de ellos, la cosecha. Aprovechando los pocos dias soleados, todos los campesinos salen a sus pequeños bancales, primero a cortar las espigas...
...y despues a separar el grano golpeandolos en unos cajones.
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